lunes, 31 de marzo de 2008

Epitafio a la Muerte



Tengo tanto que decir y no puedo decir nada
Tengo inmensidad empozada, tengo vida, no he muerto.
Tengo amor y tengo paz, tengo gracias para todo lo demás.

Soy feliz, debo serlo, hoy más que nunca debo y quiero serlo.
La tristeza debe irse, tengo vida, no he muerto.
Sin embargo, pese a eso, aún me duele, y me duele hondo, me duele fuerte.
Tengo sollozos y llantos ahogados, tengo algún por qué avergonzado.

Tengo vida y soy feliz, sobre todo cuando es de día.
Pero tengo miedo… más en las noches
La oscuridad y el silencio son mi tortura
y los sueños extraños perpetúan que hay recuerdos que no tienen cura.

Tengo una marca larga y delgada en mi cuello
Me duele verla, hace imperceptible todo el dolor que sentí y que aún siento.
No refleja, no me ayuda, se borra ella pero no mi daño.

Y quiero hacer tanto. No quiero olvidarlo...
Que temo perderme como mi cicatriz.
No quiero sufrir en vano, no quiero fingir q nunca pasó
No quiero que se convierta en la anécdota de lo que hace tiempo ocurrió.

Quiero mi marca, la quiero bien fuerte
Para recordarme lo que una vez viví
Para recordarme que tengo vida, que no he muerto
Para recordarme que debo ser feliz.

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