jueves, 3 de abril de 2008

El Sr. Cueva.


"Es una broma sr. Cueva, no se da cuenta??"

Suena el teléfono y regresas de entre los muertos,
desde México.
Y me doy cuenta de que no te suelto,
que aún te aprieto fuerte contra mi pecho.
Aunque te prenda mil velas, aunque termine rompiendo el espejo... aún te veo, aún lloro debajo del edredón.
Dicen: los mismos ojos, las mismas ojeras y la intensa hiperactividad de la mirada perdida, la misma angustia, por la noche y a través de la cortina.
Los mismos gustos por la comida.
La misma sonrisa, de esquinita como en rendija (rendida).
Pero yo ahora ya no puedo ser tú.
Aunque me aferre firme a tu recuerdo
y cree mil historias, dormida mientras duermo.
Todas casi un poco más locas que la misma autora.

Historias que no pasan,

"Hace más de 3 años"
Lo siento (dice) cuánto lo siento.
Y el Sr. Cueva cuelga el teléfono.

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